El blanqueamiento dental es una solución estética pero requiere un tratamiento odontológico. Por eso, antes de llevarlo a cabo, debes conocer si eres apto para ese procedimiento y asegurarte de que los resultados serán los esperados.
Comer alimentos ácidos, fumar, beber café y té de forma habitual, el bruxismo, un cepillado agresivo o el deterioro del esmalte dental son algunas causas de la aparición de manchas en los dientes. Es lógico que, ante esta situación, el paciente quiera recuperar una sonrisa blanca y, sin embargo, no todo el mundo puede someterse a un blanqueamiento dental. En los casos en los que se padezca algún tipo de afección como caries, malformaciones en el diente, enfermedades periodontales, infecciones en las encías o fisuras no será posible seguir adelante con el proceso.
Tipos de blanqueamiento dental
Existen dos formas de tener los dientes más blancos, obviando todo tipo de trucos caseros que no funcionan a largo plazo. El primero de ellos es un blanqueamiento dental ambulatorio, con un tratamiento desde casa. Los dentistas realizan una férula con la medida exacta de la boca del paciente. Sobre estas piezas se coloca un producto blanqueador con la cantidad adecuada para cada caso, un compuesto de peróxido de hidrógeno y/o peróxido de carbamida. La gran ventaja de este tratamiento es la comodidad ya que el paciente solo tiene que colocarse las férulas durante unas horas al día en un periodo de tiempo de entre 7-10 días , generalmente. Las puede llevas en casa o, incluso, mientras duerme.
A pesar de la facilidad de este método, muchos expertos recomiendan el blanqueamiento dental combinado, que suma un paso más al tratamiento con férulas en casa . Los resultados son más visibles y la permanencia en el tiempo mayor. En este segundo caso, si es necesario, al paciente se le aplica en los dientes la lámpara de luz fría o láser en la clínica dental. Se emplea la tecnología LED que garantiza la máxima seguridad y consigue aclarar y mejorar la luminosidad de los dientes en apenas 45 minutos.
Siempre y cuando el tratamiento se realice bajo la supervisión de un profesional, el blanqueamiento dental no entraña riesgos.
Algunas recomendaciones tras el tratamiento
Tras el blanqueamiento dental en clínica y mientras dure el tratamiento con férulas es aconsejable eliminar de nuestra dieta ciertos alimentos y bebidas. Debemos evitar ingerir alimentos colorantes o con muchos pigmentos (salsa de soja, remolacha, arándanos…) y bebidas como café, té o vino tinto. Por su parte, los alimentos ácidos pueden causar, durante un tiempo hipersensibilidad dental, igual que la comida o bebida muy fría.
Es importante recordar que los resultados del blanqueamiento dental varían en función del paciente por lo que te recomendamos acudir a una clínica especializada para que te asesoren sobre cuál es el tratamiento recomendado para cada persona.