Quizá la conozcáis con sus siglas, ATM. La articulación temporomandibular es una especie de bisagra que conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza en frente de los oídos. Esta articulación es fundamental para el bienestar del día a día de las personas, por eso hay que conocerla y cuidarla.
La ATM está compuesta por cartílago, músculos, ligamentos, nervios y, además, los dientes. Es la que facilita el hablar, el masticar o, algo en lo que reparamos menos, el bostezar. Básicamente, si funciona correctamente nos permite realizar muchos movimientos que implican funciones básicas de nuestra vida.
Trastornos de la articulación temporomandibular
Probablemente, el más habitual sea el de rechinar y apretar la mandíbula, lo que suele desembocar en un diagnóstico de bruxismo. No obstante, según el Consejo de Dentistas, hay otros problemas que son de necesario conocimiento.
- Bloqueo mandibular: la sensación para el paciente es la de no ser capaz de abrir la boca por completo. El bloqueo que se produce en la zona provoca el movimiento limitado.
- Dolor facial y dolor de cabeza: sin duda, es uno de los problemas más molestos dado que puede llegar a ser incapacitante. Los signos pueden ser más o menos graves, pero casi siempre se manifiesta con dolor en el cuello y los hombros.
- Chasquidos: como si algo (efectivamente) no estuviera colocado en su sitio. Los chasquidos no son únicamente un hábito que aparece cuando tienes un problema en la articulación temporomandibular, pero si te ocurre, es mejor que averigües la razón por la que se está manifestando.
- Maloclusión dental: se da cuando la mandíbula y el maxilar superior no encajan correctamente y puede generar una gran tensión en la ATM.
- Lesión o artritis en la mandíbula: también genera dolor, molestias y nos impide realizar movimientos clave.
Las soluciones a cada uno de estos problemas estarían, por un lado, en la prevención, pero si ya es demasiado tarde para ello, los dentistas solemos aplicar tratamientos como ortodoncia y odontología restauradora, férulas de descarga, infiltraciones locales o cirugía.
Os esperamos en Clínica Dental Atlanta para realizar una valoración personal y pormenorizada de tu caso concreto.
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